Lo recuerdo, porque fue la primera vez que asistí. Era un niño apenas y me llamó la atención que el portero se fuera al ataque. Les relato: era la última fecha del campeonato 1963, en esa ocasión Chivas enfrentó al Oro, con un empate el rebaño conseguiría su pentacampeonato. Un tiro de esquina que cobró Isidoro Díaz en la última jugada hacia el manchón de tiro penal, donde “El Tubo” se levantó para rematar al ángulo, pero una milagrosa desviada de Antonio “Piolín” Mota (qepd), le separó de alcanzar la gloria. El partido terminó y Oro fue campeón.
Fue mi primera vez en el estadio Jalisco, que acaba de cumplir el 31 de enero pasado 54 años de existencia. Un estadio que ha sido tan funcional y rentable habiendo sido testigo único de dos Copas Mundiales, una Copa Confederaciones, un Preolímpico, conciertos e infinidad de eventos de relevancia internacional.
Por sus pasillos siempre ha corrido la pasión, de hecho su nacimiento fue consecuencia de la que desbordaban a finales de la década de los 50 las efervescentes aficiones de Atlas y Chivas, que se agolpaban para conseguir una de las 14 mil entradas al desaparecido Parque Martínez Sandoval, también conocido como Parque Oblatos.
Cuentan que el proyecto de construcción fue de Alberto Alvo, rojinegro de hueso colorado. La construcción a cargo de Javier Vallejo y Jaime Obeso. Y tras conseguir la donación por parte de las autoridades de un terreno de 47 mil 200 metros cuadrados en la Colonia Independencia, se dio inicio a la obra con la inclusión también de los ingenieros Felipe Arregui y José Calderón Roberts.
Ante la trascendencia y el costo de alrededor de 18 millones de pesos, se buscó el apoyo de los equipos Guadalajara y Oro Jalisco, quienes accedieron y el 26 de octubre de 1956 conformaron la asociación Clubes Unidos de Jalisco, a la cual años después se sumaría la UdeG.
La edificación de esa primera parte de lo que actualmente es el estadio Jalisco inició en julio de 1958 y terminó el 24 de enero de 1960. El partido inaugural fue el 31 de enero del 58 con el juego entre San Lorenzo de Almagro y el Atlas, en un torneo que se denominó Pentagonal de Occidente. Guadalajara, Atlas y Oro Jalisco querían jugar el partido inaugural, pero fue el azar el que determinó que fuera el conjunto rojinegro, pues se metieron los nombres en una urna y así se decidió.
Desde su construcción, el coso de la Calzada Independencia ha recibido tres modificaciones. La primera de ellas fue para el Mundial de México 70, la segunda para la Copa del Mundo México 86 y finalmente para la Copa FIFA Confederaciones en 1999.
