Ana Cooke

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    Los sitios: Casa Vallarta muestra 11 de sus pinturas y una escultura (“Acuática”), todas bajo el título Imágenes fragmentadas. Es su séptima exposición individual. La anterior fue en la galería Casa de los sueños. Su última incursión en una colectiva fue con una pieza seleccionada para el Encuentro iberoamericano de mujeres en el arte, que colgó de los muros del Palacio Nacional de Bellas Artes y visitó las islas Canarias, España.
    Los maestros: a los 19 años ingresé al Instituto de Bellas Artes, de Colima, para estudiar pintura. Estuve por un tiempo con Toni Guerra, luego con Ernesto Flores, José Santibáñez y Guillermo Berghunsen. Me fui a Los íngeles dos años, donde tallereé con varios maestros pintores y ceramistas. Tomé escultura con Pascal Pigeau.
    Abstracto: cuando comencé, no era un artista totalmente figurativo. Nunca lo he sido. Había reminiscencias y un código de lectura que trabajé. Poco a poco he ido llegando a la abstracción de la imagen, a encontrar lo etérico de las líneas, la pintura y sus texturas. Ahora predominan en mi obra los símbolos, que de manera literal no significan nada, pero son parte del conjunto.
    Imágenes fragmentadas: un día vi un libro de arte bizantino y observé escrituras simbólicas y códices antiguos. Había pergaminos que me parecieron místicos. Lo que vi me gustó tanto por su estética como por lo básico, primigenio, espiritual y mágico, que decidí incorporarlo a paisajes erosionados, reinterpretando y sugiriendo un mensaje que debe ser completado por el espectador. Cada quien, si se toma el tiempo, percibirá un lenguaje escrito ahí.
    Texturas: para esta exposición utilicé una paleta sutil, con óleos y mixtos sobre tela y madera. Preferí cualquier tema que me condujera a la textura y la composición. Los colores son quizá monocromáticos y la mayoría fríos: azules, verdes, algunos violetas y blancos. Hay también unos cuadros negros. Es un trabajo abstracto, en busca de texturas y con elementos pictóricos o lineales de una simbología antigua, sin dar prioridad a ninguno de los dos, sino trabajándolos de distinta manera.
    “Acuática”: es una escultura que quise incluir en la exposición porque ha servido de inspiración para mis pinturas. Las mías son esculturas en cerámica a la alta temperatura. El calor del horno en el que se mete produce efectos interesantes en la cerámica.
    No es fácil vender: lo he hecho, claro, pero es complicado, en especial en Guadalajara. Casi todo se ha dado por mi taller. Van los clientes y así distribuyo.
    Clases a niños y adolescentes: comenzamos con ciertos juegos de percepción de sensaciones, les muestro las técnicas y ellos juegan. No es muy rígido. Hay teorías, pero lo hacemos más bien divertido. Para las clases pueden llamar al celular (044 331) 050 87 09.

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