Altruismo en salud

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“El apoyo a los enfermos y a sus familiares constituye una acción con repercusiones psicológicas, afectivas y médicas que importa mucho a la colectividad, pues la enfermedad recurrente de las personas se traduce en una sociedad enferma, y una sociedad enferma no constituye un escenario de desarrollo para nadie”, consideró Miguel A. Romero Morett, investigador del Departamento de Filosofía del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).

Dijo que tradicionalmente las instituciones religiosas han atendido, bajo esquemas de caridad, a los grupos en desventura, pero es necesario que sea la sociedad en su totalidad la que se involucre.

“Esta es una posibilidad y una oportunidad de escapar del claustro del individualismo y del egoísmo por el que cada persona sólo ve hacia su interior. Es verdad que las preocupaciones de sobrevivencia económica —pero también de conservación de lo poseído o capitalizado a lo largo de trabajo— constituyen motivos de atención, que agotan los tiempos y los esfuerzos, y también es verdad que la colectividad entera está sometida a los atracos, a las extorsiones telefónicas, a los secuestros y asesinatos, pero aun así, y acaso por ello mismo, es necesario generar una cultura de la solidaridad con los que menos tienen o más requieren”.

El académico habló sobre la importancia de reflexionar y romper el confort egoísta, con el fin de generar cambios de mentalidad en las personas en beneficio de las acciones de voluntariado: “Cuando alguno se sienta molestado por las personas que piden o que requieren atención de algún tipo, conviene que reflexione si preferiría ser aquel que pide o aquel que da, y la visión de las cosas puede modificarse”.

La sociedad entera en conjunto e incluso impulsada por organizaciones no gubernamentales y universidades, podrá efectuar acciones concretas en este tema, refirió Romero Morett.

“No debemos olvidar que uno de los aprendizajes que las universidades han omitido, de manera penosa, es el aprendizaje de la solidaridad ciudadana, signada por el recurso de la ciencia, de la teoría, del conocimiento. La propuesta podría iniciarse en los centros universitarios que poseen carreras de humanidades, de artes, ciencias sociales y cultura, pues son, de inicio, las más sensibilizadas en torno a los problemas sociales”.

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