Alfredo Hermosillo

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Arkadi Avérchenko, conocido como “el rey de la risa”, se convirtió en uno de los escritores satíricos más populares de la Rusia en los años previos a la Revolución de 1917. Se dice que es el único escritor ruso auténticamente jovial y que su talento es capaz de alcanzar cualquier corazón. Alfredo Hermosillo —quien realizó estudios de posgrado en Moscú y actualmente es investigador en el Centro Universitario de Tonalá—, ha publicado ensayos y relatos en varios suplementos literarios del país y, como traductor, el libro Humor para imbéciles, antología de cuentos de Arkadi Avérchenko. Recientemente acaba de publicar otra antología del mismo autor: El mexicano y otros cuentos (en coautoría de la rusa Valeria Artemyeva y publicado por Puerta Abierta Editores). El mexicano y otros cuentos es un libro dirigido a todo tipo de buenos lectores: “Quien lee las primeras frases de Avérchenko queda atrapado en un movimiento sin pausa que lo obliga a no parar hasta el final”, afirma Hermosillo.

¿Por qué decidió traducir los cuentos de Avérchenko?
Me gusta mucho, sus cuentos poseen una trama bien construida, gracias a la ligereza de su tiempo y a la precisión y concreción de sus personajes no permite nunca que el lector se aburra y deje un cuento a la mitad. Me complace publicar, leer y traducir cuentos, porque son menos distribuidos que las novelas. Muchos de los cuentos de este libro son inéditos y son inconseguibles en el mercado, otros poseen una traducción actualizada. Realicé la traducción para que el público los tuviera a su alcance y se pudiera deleitar con ellos.

¿Qué relevancia tiene el autor para los lectores mexicanos?
Mucha, en el sentido de que presenta una forma distinta de entender la literatura rusa del siglo XIX. El humor ruso es poco conocido, al pensar en él automáticamente nos trasladamos a la literatura de Dostoievski o Tolstoi, o en textos desgarradores o duros. Es difícil cuadrar la idea de un escritor humorista ruso, pero Avérchenko es un escritor muy talentoso, puede gustar a cualquier lector. Pareciera que Rusia y su contexto están muy alejados de nosotros, pero las situaciones de humor representadas en este libro son muy cercanas a las que pudiera vivir cualquiera. Es una de las claves de que el autor guste, no es un humor específico de un grupo. Como afirma Avérchenko: los hombres y mujeres somos iguales: imbéciles por naturaleza. Otra razón de su importancia radica en el hecho de que es el mejor remedio para la depresión, sobre todo en nuestros días de furia y violencia, valdría la pena leer algo que nos haga reír, sobre todo porque no es un humor simple.

¿Traducir significa crear? ¿Hay algo suyo en esta traducción?
La traducción es una forma de creación literaria, encuentro muy acertada la idea de Andrés Neuman al afirmar: “Así como el cuento sería la forma más natural de escribir poesía y narrativa al mismo tiempo, quizás traducir sea la única forma posible de leer y escribir (también) al mismo tiempo”, pues al traducir un texto estás trabajando con el doble placer de la lectura y escritura, así uno traduce lo que le gusta.

Al traducir del ruso al español se encuentran muchas infidelidades, siempre hay algo del traductor, de su manera de entender la literatura, de escribir y pensar en el texto. Se trata de no hacer muchas modificaciones, de que el texto no sea precisamente fiel pero sí fidedigno, que no se cambie el sentido del texto pero sí la manera con que es expresado.

En el caso de la adaptación del humor, frecuentemente posee una adaptación española, y El mexicano y otros cuentos presenta una adaptación mexicana.

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