Alcalde universitario y jurista

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    Estimados compañeros de La gaceta de la UdeG. Cada semana leo con interés los contenidos de su semanario, pues siempre trae información relevante para los jaliscienses que trabajamos en la cultura de los derechos humanos y la paz en esta región del país.
    Soy abogado, teólogo laico y presidente de la Red Jalisciense de Derechos Humanos, A.C., nacido en Guadalajara. Me llama la atención cómo en otro aniversario más de la “refundación de la UdeG”, en el artículo “La historia oral de la Universidad”, que realizó Mariana González en el número 546 del pasado lunes 13 de octubre de 2008, en que pasan por alto, la autora y los cinco profesionistas y universitarios entrevistados (Martín Hernández, Francisco Javier Chavira, Salvador Ramírez Soltero, José Luis Leal Sanabria y Luz Casillas Pérez), a la persona de fray Antonio Alcalde y Barriga, O.P. (1701-1792), como el fundador de la primera época de la Real y Literaria Universidad de Guadalajara, sin la cual la segunda época sería impensable.
    No creo justo celebrar a los fundadores de las dos épocas de la UdeG: Alcalde (siglo XVIII) y Enrique Díaz de León (siglo XX). La UdeG tiene una deuda muy grande con el Obispo Alcalde, pues éste no ha sido estudiado o abordado como jurista, o sea, desde el punto de vista jurídico, sino únicamente como “benefactor” y “humanista”, creador del Hospital Civil, el Santuario de Guadalupe, las casitas y la Universidad. Al parecer ningún investigador o jurista de la UdeG se ha adentrado en el jusnaturalismo histórico analógico y en la tradición hispanoamericana de los derechos humanos, la más antigua y relevante del mundo occidental e indoamericano, con lo que esa visión sesgada de la fundación y la refundación de la UdeG, no parece que tendrá un acercamiento y un manejo adecuado.
    Estamos en la mejor disposición de abonar a esa búsqueda de coherencia histórica, científica e ideológica, en diálogo con los universitarios y los numerosos lectores de La gaceta. Es necesario un acercamiento más idóneo e interdisciplinario, para no vivir en la esquizofrenia de dos fundaciones y de dos fundadores incompatibles (uno cristiano y el otro liberal).

    (carta resumida)

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