Aire luminoso

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    La nueva edición de Zapopum pone sus esperanzas de taquilla en el espectáculo cultural. En este, su tercer año, lo que comenzó siendo una feria municipal, ha dado un giro importante en la cartelera para incluir, además del tradicional y popular Palenque, eventos de teatro, danza, música y malabarismo callejeros, tanto nacionales como internacionales.
    De este modo cumple más y mejor con las funciones de una feria: ofrecer los productos (en este caso culturales) de la localidad y traer a provincia las novedades cosmopolitas. Como aquella tarde en la feria de los gitanos, en que el padre del coronel Aureliano Buendía lo llevó a conocer el hielo… la pregunta es si alguno de los niños que han de pasar por las bóvedas de Luminarium se encontrarán un día ante un pelotón de fusilamiento. Ojalá que no. Aunque tampoco parece que una escultura arquitectónica iluminada y colorida sea para ellos tan impresionante como el hielo en medio del trópico de Macondo: están demasiado acostumbrados a la modernidad y los brincolines inflables.
    Luminarium es un término acuñado por Alan Parkinson para denominar a sus estructuras laberínticas de lona plástica, erigidas con aire a presión, para aprovechar la filtración de la luz a través del PVC de colores, y crear así atmósferas iluminadas, que se disfrutan paseando sus entrañas.
    Se trata de varias bóvedas conectadas entre sí por pasillos, con pilares huecos que funcionan como lámparas. Hay algunos nichos donde recogerse y meditar, lo cual es propiciado por la música suave, fluctuante, que acompaña el recorrido, y los espacios amplios, relajados y contemplativos que constituyen el interior de esta pieza arquitectónica, inspirada en el estilo mudéjar y las catedrales góticas.
    Cada bóveda está rematada con una cúpula de trozos, ensamblados con suma precisión para que las junturas tracen bellas líneas y figuras semejantes a vitrales. Los techos albergan troneras, que suavemente dejan pasar luces coloreadas hacia el espectador descalzo y acurrucado en el piso o recargado en las paredes.
    Architects of Air es el justo nombre del colectivo que diseña, fabrica y ensambla a mano esta especie de edificios efímeros para presentarlos a lo largo y ancho del mundo. Este año se pondrán en gira cuatro estructuras diferentes en países como Alemania, Canadá, Bélgica, España y, por supuesto, México. Zapopum albergará el Luminarium Levity III del 18 de abril al 11 de mayo.
    La entrada cuesta 10 pesos, así que conviene reservar una monedita al pasar por el también laberinto de puestos comerciales, que con tanta perspicacia se ha instalado de modo que es imposible arribar al lugar sin haber visto la mercadería que se exhibe.

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