8 años de escritura

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Reverso está por cumplir ocho años. Lo que comenzó como un panfleto de poemas sin eje, en el núcleo estudiantil del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, hoy es una revista prestigiada, reconocida, con mayor distribución y mejor comercialización.
Hay quien la conoce, la quiere y la espera cada tres meses; otros no se interesan por la misma o no saben que existe, pero reconocen que les gusta la poesía y que los distrae de la cotidianidad de leer revistas, periódicos y notas especializadas.
Reverso ha cambiado y creció para bien: calidad del papel, diseño, fotografía, y sobre todo, contenidos, la hacen un material de colección, opinó Rubí López, estudiante de cuarto semestre de arquitectura, del CUAAD, quien disfruta al leerla. “Porque me hace concentrarme y vivir situaciones, conocer personajes, enamorarme y pensar en vivir a veces cosas irreales”.
Esa magia, esa fantasía, tiene un lugar en Reverso, revista que inició como un proyecto de la carrera de letras, de los alumnos del último semestre y del que sólo quedan tres de sus creadores originales: Suzette Hernández, coordinadora editorial, Arlette Hernández, coordinadora de diseño y Carlos López de Alba, director, quien dijo que la selección del material es muy difícil.
“Tenemos muchos poemas que elegir. Algunos se quedan fuera. No hay línea o tema que no se toque, pero por lo general escriben y gustan los que hablan de amor, sexo, pasión y desencuentro o rompimientos”.
Todas las emociones quedan plasmadas en papel, acompañadas de una imagen acorde, a veces relacionada, otras no tanto, pero que evoca misticismo.
En 2003 empezó la revista como tal, y años después comenzaron los talleres de especialización. Uno de los más exitosos fue impartido el año anterior, enfocado a la fotografía; ahora preparan talleres sobre el arte de escribir.
En todo este tiempo, uno de los méritos de la revista radica en que la compran personas de todas las edades. Hoy está en más puntos de distribución.
Sus editores reconocen lo difícil y hasta celoso que es el gremio, sobre todo el integrado por las nuevas generaciones. Por ello Reverso le da su lugar a cada quien, y así como incluye a las nuevas plumas, también están presentes las de antaño, las que crecieron con la revista y por quienes muchas veces, el lector o el fiel asiduo a la poesía, la busca.
Detrás de esta publicación está la pasión, la locura, demostrable por la cantidad de poemas que les llegan y que deben elegir y luego diseñar, cuidar las imágenes, armar el dossier de fotografías… en fin, si cada número es un cúmulo de sorpresas y emociones, los especiales dedicados a la FIL (en los que crece la edición en mil números más) y a la poesía del país invitado, son un goce mayor.

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