2015: un año para la luz

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Confiamos casi exclusivamente en la eficacia de nuestro sistema visual para hacernos una idea del mundo que habitamos, para enfocar con precisión los detalles de los objetos más cercanos o informarnos de aquello que se encuentra a la distancia. Miramos para orientarnos y movernos en el espacio: descubrimos el mundo que habitamos gracias a la luz y sus efectos sobre las cosas. Las buenas ideas nos parecen brillantes y huimos de los asuntos oscuros, tenebrosos. Ingenuamente confiamos en los millones de filamentos en forma de cono o de bastoncillo albergados en el interior de nuestras retinas que, al ser alcanzados por los rayos de luz, alertan al cerebro sobre el mundo que vamos descubriendo.

Año Internacional de la Luz y las Tecnologías Basadas en la Luz
“La luz nos incumbe a todos. Es gracias a la luz que sabemos cuál es nuestro lugar en el espacio y en el tiempo; es también gracias a ella que hay vida en la Tierra”, dijo la científica mexicana Ana María Cetto, en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, donde se decidió —con el apoyo absoluto de 35 países— nombrar este 2015 como Año Internacional de la Luz y las Tecnologías Basadas en la Luz.

En este año se cumple el primer milenio desde que el sabio musulmán Ibn Al-Haytham desarrollara los primeros estudios sobre óptica; han pasado exactamente dos siglos luego de que el francés Agustin-Jean Fresnel realizara ciertos experimentos determinantes en relación a la naturaleza ondulatoria de la luz; hace 150 años el británico James Clerck Maxwell creó la teoría electromagnética; en 1905 y 1915 el célebre Albert Einstein postuló la teoría del efecto fotoeléctrico e integró la relatividad general y la luz a la cosmología y apenas hace medio siglo el chino Charles Kao inventó la fibra óptica.

Artes y ciencias de la luz
Un mensaje —“El estudio de la luz, que es fundamental para entender el Universo y el mundo subatómico, es ahora accesible a personas de todas las edades y culturas, y es un gran tema para incentivar la educación de calidad. Su estudio ha trascendido durante siglos todas las fronteras; las geográficas, culturales, de género y de edad”— y una serie de objetivos específicos: promover tecnologías de iluminación que mejoren la calidad de vida, tanto en las naciones desarrolladas como en aquellas llamadas “en vías de desarrollo”, reducir la contaminación lumínica y el desperdicio de energía, facilitar que las mujeres tengan un mayor poder y participen más significativamente en la investigación científica, promover la educación entre los jóvenes y fortalecer el desarrollo sustentable.

Durante la próxima Feria Internacional del Libro de Guadalajara (del 28 de noviembre al 6 de diciembre 2015), celebraremos las luminosas relaciones entre el arte y la ciencia para leer el Universo, a través de un amplio programa de actividades para explorar los vínculos entre la luz y la biología, entre la astronomía, la escultura y el arte multimedia, la medicina, las geociencias, las neurociencias, la fotografía o la poesía, como en aquella “Belleza del Astrónomo” enunciada por Vicente Quirarte: El Sol que nos alumbra/ no es un sol presente:/ ocho minutos tarda/ en llegar a la Tierra./ Cuando dejas la casa/ la hermosura prospera:/ tu perfume en la cama/ lentamente madura/ como un sol generoso/ que en presente redime/ la pequeña hecatombe/ de la alcoba desierta,/ la memoria viviente/ de dos planetas solos/ que entre veinte millones/ se encontraron.

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